En la actualidad a aumentado la popularidad del uso de los aceites esenciales por sus beneficios en la aromaterapia, como aliviar el estrés, combatir el insomnio, mejorar el dolor y la ansiedad, relajar, reducir la tensión, entre otros.
Son extraidos de raices, flores, resinas, frutos o tallos de plantas,
destilados al vapor, conservando sus propiedades intactas; estos aceites
son capaces de circular por todo el organismo y actúan de manera
generalizada y local.
Con propiedades analgésicas, calmantes y antiinflamarorias se han convertido en tendencia para sanar la mente y cuerpo, también algunos son utilizados en el cuidado capilar ya que ayudan a mejorar la caspa, picazón del cuero cabelludo y la caída del cabello.
Por otra parte aumentan la producción de colágeno mejorando la elasticidad para lucir la piel naturalmente joven, algunos de ellos regulan los brotes de acné y también son ideales para realizar masajes.
A diferencia de los aceites vegetales no contienen ácidos grasos, así
que sus propiedades y características son distintas. Su aplicación es
mínima en comparión con otros aceites, se absoben más rápido en la piel y
tienen una mayor concentración de aroma.
Para el uso terapéutico se recomienda diluir en un aceite portador; con una concentración entre 5% y 30% para tratar y 3% y 5% para prevenir; y para aplicación cosmética entre 0.5% y 3% (con concentraciones bajas en el uso facial).
PRECAUCIONES:
Se desaconceja su uso en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y niños.
Solo ingerir bajo prescripción médica.
Usar en menor concentracón en pieles sensibles.